Pasar un día agradable en la playa a todos y a cualquier le
gustaría más con la familia reunida paseando mientras se escucha el sonido del
mar y ver el paisaje a tu alrededor,
la familia Luderick convivía felizmente
comiendo en un restaurante platicando del día y de lo bonito de lugar.
-Oye papá después que terminamos de comer me podías
tomar unas fotos en la playa.- decía la hija única de la familia, era muy
bonita de piel blanca con un cabello rubio con una pequeña coleta, ojos claros
color avellana vestida con un bikini color amarillo de encaje delgado caído.
-¿Mas fotos?- decía el padre de edad media, algo gordo
de cabello casi canoso.- tienes alrededor de 20 fotos en la playa nadando y
posando.
- Si lo se.- respondía la pequeña – pero me gusta el
lugar que quiero recordar cada lugar con mi cámara.
El padre miro a la madre en forma de gracia y esta le
sonreía en forma de que le ayudara con sus fotos y este igual le sonrió para
darle un beso en los labios, disfrutaron el poco alimento que les quedaba que
no paso tanto tiempo, una vez hecho el padre pago en la caja y se fueron
nuevamente a la playa los tres.
Tal como dijo la niña saco de su pequeña bolsa la
cámara dándosela a su padre quien solamente se disponía a seguirla en donde le
gustara posar mientras que su madre tomaba asiento en las sillas reclinables
para tomar un poco de sol.
La pequeña le decía a su padre que y que lugar le
gustaba más para sus fotos, el padre se limitaba a tomar las fotos mientras
veía a su hija posar de diferentes maneras ya sea acostada, en cunclillas, de
lado, etc. Tras algunas horas de no solo tomar fotos si no dé también de
meterse al mar, tomar algo de sol y platicar
la madre se empezó a cansar.
-Estoy cansada amor creo que ya es mejor irse.- decía
la madre con voz de sueño quien ya de una vez se alistaba para irse.
-¡No! Un ratito más quiero seguir aquí disfrutando por
favor.- decía la niña.
-No corazón, estuvimos un buen rato aparte estoy
cansada.
-Hagamos una cosa amor, yo me quedo con la niña unos
minutos más y tú te vas al hotel, solo deja la toalla de la niña y el canasto, y
yo me llevo lo demás.- intervenía el padre para que no hubiera un pequeño
berrinche de su hija. La madre lo pensaba un poco pero acepto sin dudarlo por
el cansancio que sentía, recogió las toallas y su bolsa para regresar al hotel.
Y así el padre estaba sentado en la arena tomando una
cerveza fría mientras miraba a su hija nadar pero hasta este punto el padre
estaba excitado desde el momento que le tomaba las fotos, miro nuevamente a la
cámara las fotos que le tomo, todas casi en pose sensualmente ponía duro la
verga del padre; la hija se acercaba hacia al padre y este guardo la cámara ern
al bolsa de la niña.
-Papa, antes de irnos me puedes tomar unas ultimas
fotos.- decía mientras se secaba su mojado cuerpo con su toalla.
-Ahora donde quieres.- decía frunciendo el ceño. La
niña señaló con su dedo girando su cuerpo a un lugar rocoso no muy lejos de la
playa, pero era ya un lugar un poco solitario debido a que hay tiendas y
puestos de comida cerrados pero me dio algo de duda ya que se vería extraño ir
con una niña a un lugar solo, pero no le
di más riendas y nos fuimos de una vez al lugar.
Subimos unas escaleras. Hasta que las personas que pasaban
eran escasas y al llegar la escaleras de piedra se acabaron para dar paso a una
gran roca de casi del tamaño de mi hija y otras más formando un camino pegaras
a una pared pero el paisaje era muy bonito, a un lado estaba el mar que al
fondo se veía los botes, jates, etc. de los dueños, y más haya se veía unas
cosas en una clina de verdes árboles.
-Aquí papi este lugar está muy bien tómame las fotos.-
dijo mientras empezaba a posar dando la espalda y girando su cuerpo para ver la
cámara y mostrar sus dedos de paz cerca de su rostro y otras poses más, hasta
este punto nuevamente el padre peso a sentir ese pequeño bulto de su short de
baño crecer y no puedo aguantar más.
-Hija voy a tomarte unas fotos detrás de ti vale,
mientras te apoyas en la roca.- ordenaba a la niña mientras este empezaba a
ponerse detrás.
-Mmm… está bien papá.- la niña accedió un poco
extrañada de lo que había dicho pero lo obedeció y se apoyó en la poco caliente
roca apoyándose en sus manos y descansando hay su cabeza y que su padre tomara
la primera foto para así otra vez cambiar de pose pero empezó a sentir unas
manos que recorrían su culo y sus nalgas y pequeños arrimones de su padre -
¡Papá!.. ¿Pero que estas…?.
-Lo siento hija pero me has editado con cada foto que
te tomaba voy a hacerlo aquí y ahora.- le decía exaltado mientras tocaba la
espalda caliente y fresca y frotas su parada verga sobre su short el culito de
la niña.
-Papa… no debes…
-Shhh… no puedo evitarlo tu cuerpo me fascina.-
-Pero papá es que… no… papá.
-Hija ¿acaso tienes miedo?
-Es que… hay mucha gente… alguien nos puede ver…
-De eso no te preocupes no me pasare todo el rato solo
será un rapidin es todo.- con esas palabras el padre empezó a bajar el
calzoncito del bikini para dejar expuestas sus nalgas frente a él y no se
esperó más para empezar abrir sus nalgas y lamer su culito y su concha mientras
oía poco a poco sus gemidos – te gusta ¿verdad hija?
-Si… me… me gusta.- le decía entre gemidos – pero
alguien… nos puede ver mejor en… otro lugar.
-No niña ya no aguanto más voy a penetrarte aquí no
hay gente que nos mire estaremos bien.- le contestaba sin detener sus lamidas
que se concentraban en el ano de la pequeña, eso quería decir que la penetraría
ahí mismo.
Un momento después de lamer e introducir su lengua, se
paró para bajar un poco su short que libero la gran polla del hombre; se acercó
a dirección al ano de la niña flexionando sus piernas para que quedaran a una
altura igualada y así poco a poco fue
introduciéndose en las entrañas de la pequeña que esta dio un sonido de gemido
poco ahogado.
-Mmm… deberías ver nena, puedo ver que tu culo ahora
se come más mi verga al parecer cada follada que te doy la hace más profunda.-
le dijo en una forma de susurro y sintiendo que el cuerpo de la niña
empezó temblar un poco.
Agarrando las caderas de la niña empezó el clásico
mete y saca sin profundizar la penetrada que sabía tenía que ser poco a poco,
los gemidos de la niña no se hicieron esperar abriendo más sus piernas para que
entrara su pene sin problemas; el padre se daba un buen lujo sintiendo el
cuerpo de su niña tan caliente poniéndola más dura y ella lo sabía, haciendo su
gemido más fuerte que mordía sus labios o un dedo suyo para disminuir su ruido.
Cada penetrada era aleatorio de delante a tras, de
menear su cadera para que su verga girara dentro de ella y de movimientos tanto
suaves y a la vez duros, que ponía al cien a la niña y empezó a masturbarse
metiendo un dedo en ella.
Describir como paso esta relación entre padre e hija
es algo larga de relatar, pero para resumirlo el padre y la madre empezaron con
problemas por el tiempo que pasaban más trabajando y cuando a su pequeña hija
que ateniendo sus necesidades sexuales; el padre vio en ella una nueva entrada
ya que su libido estaba bajo y se sentía depresivo, en ese entonces la nena
tenía apenas 7 añitos.
Pero ahora la niña y su padre se la pasaban muy unidos
no solo por la relación normal entre familia si no que a ellos dos ahora tenía
una relación sexual cada vez que él llegaba a la casa primero se daba un gran
agasajo con su hija.
-Papa… no puedo más… me voy a orinar.- decía muy
jadeante.
-Yo también nena córrete tomando mi pene y comete mi
leche.- decía igualmente jadeante sacando su verga del interior y la niña
rápidamente se giró bajando hacia su pene sin dejar de masturbarse y abrir la
boca.
Y con un pequeño gemido de satisfacción el padre lanzo
toda la leche de su verga hacia la pequeña boca de su hija quien recibía toda ya
sea dentro o en alguna parte de su rostro, segundos después ella se vino con un
buen chorro de sus jugos manchando el suelo de piedra y los pies de su padre;
este al ver la escena tomo la cámara y le tomo una única foto a su nena
satisfecha.
Minutos después la niña se reincorporo para ponerse su
bikini bajo que dio a parar a unos centímetros de ella que habían salido por
tanto movimiento y tragar la leche de su padre que tenía en la boca y limpiarse
de igual manera lo que cayó en su rostro, ya listos partieron hacia el hotel
sin notar alguna mirada extraña de los otros turistas llevándose consigo la
parte favorita de su viaje en la playa
Si tenéis imágenes o vídeos pasarlo a parabuscarcasa@gmail.com
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